“Huir de la muerte puede convertirse en una manera de huir de la vida»
José Saramago no huyó de la muerte. Sí, fue capaz de entretenerla durante 87 años. Me encontré con él, por primera vez, en Lisboa. Lo busqué después de leer Memorial del Convento. Fue en el 84. Desde entonces siempre estuvo ahí, trabajando por levantar fábricas de sueños que pudieran construir un mundo mejor. Cada vez…