El recurso básico está en el SABER y su éxito dependerá de la
voluntad de aplicar CONOCIMIENTO para generar más
CONOCIMIENTO…
Si estamos necesitados de soluciones que garanticen la permanencia de la especie humana en la Tierra, busquémoslas.
Hagámoslo con las herramientas disponibles, adaptándonos a nuevos lenguajes, esforzándonos por comprender y avanzar. La divulgación de la ciencia es una obligación, un requisito indispensable para progresar: mantiene una íntima relación con la Democracia.
La denominada crisis económica viene a subrayar los errores cometidos, la fórmula equivocada de vivir de las rentas de la investigación y hacerlo desde una posición pasiva, infecunda. El proceso de obtención de riqueza, para la mayoría, era mágico…
Hay que inyectar Ciencia a la sociedad. Es inaceptable cualquier excusa. Lo del mensaje aburrido o los posibles perjuicios a la propia
Ciencia ya no tiene justificación. Los medios audiovisuales, la SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, marcada definitivamente por la
era digital, deben estar al servicio de la sociedad y de la única especie que se reconoce “inteligente”.
El sector público tiene que dar respuesta y satisfacción a las necesidades sociales: la visibilidad de la ciencia es una prioridad, un impulso irresistible. Los limitados recursos públicos imponen una rigurosa gestión. En ciencia se invierte, no se gasta.
Los ojos humanos miran hacia el Sol: la estrella podría convertirse en infierno. 150 millones de kilómetros nos separan del gigantesco horno nuclear que nos da la vida. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS) alerta sobre la actividad solar de los próximos años.
Nos proponemos investigar, comprender y aprender. Protegernos de la pseudociencia o anticiencia, de los falsos profetas, de los medios de comunicación carroñeros…
Creemos que la diseminación libre de ideas es esencial para una buena salud de la democracia.
Recuperamos el capítulo del programa «2.mil» titulado El Sol y la vida, de TVE (2000)
Como entonces, la idea de grupo, de equipo multidisciplinar, permitió alcanzar objetivos impensables. La audiencia fue el mejor de los premios. Nuestro compromiso: “la búsqueda continuará”…
Groenlandia 11 años después.
Los astrónomos no tenemos ninguna duda que los planetas pueden ayudarnos a entender la evolución de sus estrellas
madre. Así los ríos secos marcianos narran una posible etapa de gran actividad solar. En nuestro Planeta algunas respuestas están en los polos. Mirando los hielos polares seremos capaces de descubrir si nuestro Planeta se está
calentando (cosa que nadie duda) y a que ritmo. Durante el año 2000 y gracias al apoyo científico-técnico de 2.mil Shelios organizó una expedición a Nasarsuaq, un poblado al sur de Groenlandia rodeado por múltiples glaciares.
Después de 11 años, medio ciclo de actividad solar, es hora de volver. Será en agosto del año 2011. Volveremos a los mismos escenarios glaciares para comprobar, comparando con las imágenes del año 2000, la realidad y magnitud del calentamiento global.
Hace unos cinco mil millones de años, como resultado de la condensacion de una nube de material intestelar rica en moleculas organicas, se formo un cuerpo central que comenzo a transformar el hidrogeno en helio y encenderse, primero lentamente, y luego emitiendo, con una enorme violencia, un flujo de particulas. Hay muchos detalles que ignoramos sobre las etapas tempranas de ese cuepro primitivo, que eventualmente se convirtio en el Sol, ni tampoco entendemos del todo como se formaron los planetas. Lo que si sabemos es que lo que ahora llamamos la Tierra es un cuerpo sobre el cual chocaron numeros enormes de objetos similares a los cometas y meteoritos, enriqueciendo nuestro planeta con volatiles de los cuales se formaron los oceanos y la atmosfera.
Hay muchas, demasiadas, incognitas, pero muchos estamos convencidos que la evolucion de la atmosfera y los oceanos, de una corteza joven y activa, dio lugar a moleculas cada vez mas complejas y de su interaccion surgio la vida. Los primeros organismos se habian formado de compuestos que se habian sintetizado gracias, en parte, a la energia solar, a las descargas electricas y a otras fuentes de energai, y no tardaron en aparecer microbios capaces de usar la luz solar. Los resultados fueron dramaticos: los microorganismos primitivos desarrollaron multitud de mecanismos para defenderse de los efectos dañinos de la radiacion solar, como si fueran bañistas sometidos a la luz del verano, y al adaptarse comenzaron a cubrir la superficie de la tierra, el fondo de los oceanos, las cumbres de las montañas y el fondo de las cavernas con capas de vida que depositaron minerales, cambiaron la acidez de los mares y liberaron gases que cambiaron para siempre la atmosfera terrestre. Nada podria hacer la vida en la Tierra sin el Sol –como bien dijo alguna vez el excentrico pero inteligente astronomo ingles Fred Hoyle, si hubiera que buscar alguna religion racional la adoracion al sol seria la mas logica. Muchos se refieren a nuestro planeta como la Madre Tierra, y el padre es el Sol.
vida y milagros del sol
El Sistema Solar nació de una nube de gas y polvo hace 5.000 millones de años. Desde entonces el Sol y toda su cohorte de planetas giran alrededor de la Galaxia dando una vuelta completa cada 230 millones de años; la Tierra va a cumplir 22 años galácticos y nuestra historia documentada, que abarca 10.000 años, constituye tan sólo una diezmilésima parte de la trayectoria. Durante nuestro viaje alrededor del centro galáctico atravesamos regiones vacías y otras densamente pobladas, como los brazos espirales, con los que nos encontramos cada 60 millones de años. Durante todo ese tiempo nuestra estrella ha brillado de manera más o menos constante. Eso sí, cada 11 años sufre algo así como un sarpullido primaveral, llenándose de manchas, y cada año pierde una centésima de billonésima de su masa en forma de viento solar. No parece mucho, pero esa masa corresponde a más de 300 planetas como la Tierra.
El Sol no nació solo sino dentro de lo que los astrónomos llaman un cúmulo abierto, un grupo de estrellas nacidas de la misma nube de gas y polvo. En la actualidad la vida del Sol discurre apacible y tranquila. Y seguirá así al menos durante 5.000 millones de años más. Si reducimos su periodo de vida a una escala más humana, por ejemplo un siglo, nos encontramos con que el Sol pasó en su fase inicial de protoestrella tan sólo dos días. Su juventud y madurez discurrirán tranquilamente quemando hidrógeno unos 80 años. Después, en un par de semanas, se convertirá en gigante roja y después le quedarán ocho años de jubilación viviendo de sus ahorros energéticos, hasta que le alcance la muerte como una estrella negra y fría. Hoy el Sol se encuentra en la plenitud de su madurez: tiene 40 años.