Imagen: Daniel Johston
Ya volvieron los alumnos del British Council de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Con ellos y sus familias llega el caos a este barrio. Esta tarde pensé en Theodore Sturgeon. Luego, hice cuentas y le dí un valor aproximado a los impuestos que esta élite de estudiantes deja de pagar por la generosa concesión de la Comunidad de Madrid. Este Centro de Enseñanza aparece con mucha frecuencia en la denominada prensa del corazón: estudian hijos de ministros, artistas, toreros…Sueles ver paparazzi esperando a vástagos, progenitores o regios visitantes. . Yo juraría que no llevan «tupper«, vamos, fiambrera.
El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón despliega un número significativo de agentes municipales para ordenar ¿cortar? el tráfico . Toman la calle, una manera de favorecer la entrada/salida de la flota de autobuses y vehículos de alta gama al servicio de tan «ilustres» alumnos: la vía pública se interrumpe con tal excusa. Durante ese tiempo hay coches aparcados en doble fila, triple…Uno de los dos accesos a las instalaciones de RTVE, Prado del Rey, también se cierra con el mismo pretexto. El desfile de autobuses o vehículos de alta gama, semi ocupados, es un espectáculo lamentable. Los chicos desayunan grandes dosis de CO2 y vuelven a repetir la porción por la tarde. No pasa nada: ¡quien puede, se lo gasta!… Lo peor es que los demás nos tragamos su basura.
El colmo de la la desfachatez es la basura. Los residuos desechados y otros desperdicios aparecen mezclados en los contenedores situados en la parte de atrás, todos juntos: repugnante. No es nuevo, el curso pasado ocurría lo mismo. Al British Council le deben de importar muy poco los reglamentos de la Comunidad de Madrid en esta materia; menos el medioambiente y nada la educación de los futuros «triunfadores». La buenas prácticas ambientales deben de ser para los del «tupper». Recordé a Theodore Sturgeon por aquello de : «El 90% de todo es basura»…
Un responsable del Servicio de Recogida de basuras del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, después de exponerle el caso, me asegura que estrecharán la vigilancia sobre el British Council. Reconoce que sí tienen vigilantes, pero no todos los que serían necesarios. Sumergidos en esta situación económica marcada por un paro galopante, no podemos justificar esa falta de personal. La correcta gestión de residuos es una apuesta rentable de futuro y una fuente de retornos económicos. ¿Los estudiantes del British Council habrán oído hablar de la huella de Carbono?