“El problema de las televisiones y, en general, de todos los medios de comunicación, es que son tan grandes, influyentes e importantes que han empezado a construir un mundo propio. Un mundo que tiene poco que ver con la realidad. Pero, por otro lado, estos medios no están interesados en reflejar la realidad del mundo, sino en competir entre ellos. Una cadena televisiva, o un periódico, no puede permitirse carecer de la noticia que posee su rival directo. Así, todos ellos acaban observando no la vida real, sino a la competencia.
Hoy en día, los medios de comunicación se mueven en manadas, como rebaños de ovejas; no pueden desplazarse de forma aislada”. KAPUSCINSKI, Ryszard (2002): Los cínicos no sirven para este oficio. Barcelona. Anagrama