En los últimos días no hemos permitido que se estropeara casi ningún titular. ¡Extraordinario! Los medios de comunicación, muy por encima del bien y el mal, han conseguido «radiar» a una audiencia cándida, sin malicia. Fueron capaces de reventar reactores nucleares antes de tiempo, de extender el pánico, de exhibir un grado preocupante de ignorancia y prepotencia.
¡Qué atropello!
Salvo excepciones, las empresas de comunicación se han tirado al cuello de la víctima. Sin reparo, han intentado, poco a poco, chuparle la sangre a un extenuado pueblo, enflaquecido por dos catástrofes naturales y dispuesto a luchar por resolver otra inducida. Del sismo brutal y el tsunami devastador, poco; del invisible y «letal» hasta el ridículo. Esta misma mañana, en TVE, una presentadora no digna de presentarse o de ser presentada- impresentable- hablaba de positivos a la radiación en Japón. ¡Por Dios!… El domingo día trece, también en TVE, en el programa de alta toxicidad social, España Directo, un rótulo abría la emisión: «Hoy se han registrado dos movimientos de tierra en Galicia. Nos hemos preguntado si tienen que ver con el terremoto de Japón. En un momento se lo contamos». ¡Por Dios!…Publicidad abierta y encubierta, sucesos magnificados, estupideces varias y pretendidas lecciones de cocina siguieron al terremoto de Galicia. Una conexión en directo, de las caras, permitía al telespectador contemplar a una redactora en el mismísimo lugar del epicentro, sólo que, según ella, éste estaba a cuatro kilómetros de profundidad…¡Qué bochorno! Ese programa que produce Mediapro supone trece millones de euros al año. Los pagamos todos. ¿Cómo sigue emitiéndose?
Todos estos episodios explican el retorno de algunos españoles de Japón. Los que han vuelto han coincidido en señalar que la presión familiar les empujó a regresar. Padres y madres, sometidos a la dosis letal de radiactividad informativa, no dejaban de llorar. ¡Por Dios!
Los otros histéricos, determinados políticos, se han sumado al beneficio mediático del miedo. Del «Apocalipsis» a la orden de la UE, mediante el sistema SAR- alerta rápida-de control de productos agroalimentarios importados desde Japón, por si «comemos» los europeos emparedados radiactivos. La ministra española del ramo ha dicho que «ya tiene activados los controles especiales» ¡Por Dios!…
El País del Sol Naciente ha dado, pase lo que pase, un gran paso para la Humanidad. ¡Arigatô gozaimasu!
Reconocimiento a la profesionalidad de Vicente Vallés. La honestidad, en periodismo, se nota.
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En respuesta a Cayetana Pombo: España Directo, 13 de marzo de 2011
Verdaderamente, las brutalidades que se han oido en los Medios, durante estos días sobre Japón y su terremoto han sido lamentables, parece que los «emisores» de noticias han decidido no callarse de ninguna de las maneras, y se han autodoctorado como quimicos, físicos y expertos nucleares, todo por el «morbo», salvo contadas excepciones, desde aquí me gustaría destacar la labor de Vicente Vallés, en su noche en 24HORAS, un ejemplo de trabajo periodistico.
Pero me preocupa algo, que dice en su comentario, yo pensaba que la RTVE, tenía prohibido la emisión de publicidad, que por eso se está reclamando un dinero a los operadores y a las otras teles ¿Como es esto?
Muchas gracias y enhorabuena por sus comentarios.
Gracias, Cayetana
Con criterios básicos de selección periodística -importancia, interés,actualidad,rareza,negatividad, emotividad…- se han preparado «productos» a la medida de las necesidades de las empresas informativas. Tienen la apariencia de información, pero no, no lo son. La carrera por las audiencias es, a veces, letal para la sociedad.
Sobre Vicente Vallés coincidimos.
Trato de colgar alguna prueba de lo que podría interpretarse como publicidad. ¡Ojo!, la publicidad, por Ley, no tiene cabida en RTVE
Un cordial saludo
¿ Y esto no se puede denunciar?