El Principado tiene enfrente dos extraordinarios ecosistemas, dos puntos calientes de la biodiversidad marina planetaria. Se trata de El Cachucho y el Cañón de Avilés. Son hábitats esenciales para la vida, tesoros biológicos. Disponer, a escasos kilómetros de la costa, a tiro de piedra – 65 El Cachucho y unos 11,2 El Cañón de Avilés- de semejante Laboratorio es un sueño para la comunidad científica internacional. Nosotros, en España, estamos demasiado lejos de “ver” y “explorar” el potencial del llamado Paraíso. Los científicos hacen mas de lo que pueden. Llegados a un punto, el violento frenazo por imperativo legal- leed económico- es insalvable. Mientras, la destrucción del medio marino, puestos de trabajo y del propio futuro galopa a velocidad de vértigo. Sí, todo va muy deprisa.
Cañon de Avilés. La cabecera está a 7 millas de la costa. Tiene una profundidad de 140 metros sobre la plataforma y desemboca sobre los 4750 metros en la base del talud continental. Es uno de los mas profundos del mundo. Fuente: ECOMARG
Muy pronto, los recursos llegarán de la mar. Las diferentes perspectivas económicas y ambientales que ofrece el medio marino son infinitas. La Unión Europea hace números sobre el crecimiento del sector de la biotecnología; las cuentas salen muy bien. Además, el Horizonte 2020, ya está a la vuelta de la esquina.
Llevo varios días intentando averiguar si la afortunada Asturias se prepara para ese despegue, para ese nuevo concepto productivo que algunos llaman economía azul. Hoy , como hace ya un par de años, aún no se han sacudido la pereza. Libros verdes y blancos a medio hacer, desconocimiento de la realidad, burocracia, pretextos fáciles siempre relacionados con la palabra crisis – esa especie de hiperjustificación que sirve para todo- nos descuelga de la investigación.
Banco Le Danois (El Cachucho). Mar Cantábrico, longitud 5ºW.
El Centro del Calamar Gigante de Luarca- fantástica localidad marinera – no resistió los golpes de la mar, era débil desde el principio. El espacio museístico tenía a su espalda muchas batallas, duras luchas por ser y permanecer. Todo el potencial científico y turístico- veinte años de la vida de Luis Laria y su equipo- lo tiró por la borda un arquitecto. Claro que, la supervisión de una obra pública, el compromiso de eficiencia en las inversiones que pagamos todos, no forma parte, al parecer, del buen gobierno. Por no tener, el Museo no disponía de un seguro que protegiera ni su contenido ni su continente ¿Y eso?…
Piel de vidrio para hacerle frente a la mar. Una fina capa de ladrillo para procurar abrigo al edificio. Imagen captada por CEPESMA en la mañana del 2 de febrero.
El Principado de Asturias busca una solución. El edificio público se convirtió de la noche a la mañana en un fantasma que recuerda nuestra torpeza e irresponsabilidad. Cuatro ejemplares de calamar gigante aún quedan con vida -vida museística, se entiende- pero CEPESMA necesita unos 30.000 euros para la reconstrucción de las urnas que rompió el temporal. Un importante porcentaje de la población española se enteró de la existencia del Museo y de los calamares gracias a la metedura de pata de una presentadora de TVE ¿Cómo puede ser?Al “Paraíso Natural”, a la vista de lo ocurrido, le falta promoción, creer en lo que tiene y apostar.
Architeuthis dux de CEPESMA en el Museo de Historia Natural de Washington. Trabajos de conservación.
Una pareja de architeuthis dux de CEPESMA se exhibe, como la joya de la corona, en el Museo de Historia Natural de Washington. En la “Operacion Calamari” – traslado desde Luarca- participaron la Marina y la Fuerza Aérea de los EE.UU (Operation Calamari) En el Principado, la mejor colección del Mundo de calamares gigantes, se la llevó el agua . Pocos la conocían. Ahora, no hay dinero para conservar lo poco que nos ha quedado. Tampoco para comprar unas gafas con las que ver el futuro encerrado en los fondos abisales. Por cierto, del Observatorio Oceanográfico de Luarca, tampoco hay noticias.